Conoce cada tipo de fascitis plantar y cómo abordarlo

 

La fascitis plantar es una de las principales causas de dolor del talón, además afecta directamente a tu movilidad y a la calidad de tu día a día.

 

El dolor de la fascitis plantar se acentúa tras largos ratos de reposo, siendo más doloroso por las mañanas. El dolor mejora con el movimiento. Esta puede afectarte en mayor medida si practicas deporte como el running, y factores como el sobrepeso o el uso de calzado inadecuado pueden también influir en la predisposición a sufrirla.

 

Recuerda que los pies te sostienen, por lo que es también importante cuidarlos. Por ello, veamos qué es la fascitis plantar, los tipos que existen y cómo mejorarla.

 

 

QUÉ ES LA FASCITIS PLANTAR

 

La fascia plantar es una banda de tejido elástico que conecta el talón con los dedos y crea el arco del pie. Es la encargada de soportar el peso y la bóveda plantar. Cuando este tejido se inflama en algún punto de su extensión aparece la fascitis plantar.

 

El pronóstico varía según la persona y el caso, interviniendo elementos como estrés al que sometes a la fascia diariamente, el peso, el tipo de calzado y de terreno sobre el que andes, si practicas deporte o el sedentarismo excesivo.

 

Conoce cada tipo de fascitirs plantar y cómo abordarlo

 

 

Tipos de fascitis plantar:

 

    • Fascitis de inserción: es la más habitual. El movimiento de cada paso genera tracción en el punto de inserción en el hueso del talón cuando caminamos. Esta puede suponer que se inflame la zona y un dolor punzante en el talón. En este caso, se recomienda acortar la longitud de la fascia con taloneras o un calzado con 0,5cm de tacón. Las taloneras además de levantar el pie, descargan y amortiguan la zona afectada. Si con la talonera no es suficiente, se pueden usar plantillas con descargas más efectivas. Esto se debe acompañar de estiramientos del pie y aplicación de frío.

 

 

    • Fascitis transversa: ocurre cuando la fascia se abre dando lugar a lo que se conoce como pie de bamba. Es la apertura de la fascia a lo ancho. Este es el motivo por el que los podólogos no aconsejan las zapatillas con velcro para los más pequeños, aunque sea más cómodo.Este tipo de fascitis necesita sujeción, por lo que se recomienda un calzado apropiado para ello, y también pueden usarse bandas metatarsales o “fajas” post-op de juanetes.

 

 

    • Fascitis longitudinal: se da a lo largo de la fascia. Normalmente, suele fisurarse por el punto más alto, ya que es el que más movimiento tiene.Para mejorarla, se recomienda sujetar el arco, sin limitar su movimiento. Se busca acompañar el paso con un soporte, rígido y blando a la vez, para que el movimiento sea menor, y así, poco a poco, conseguir desinflamarla poco a poco. Además, es conveniente realizar estiramientos del pie y la musculatura posterior de la pierna y aplicar frío.

 

 

 

Además de los tratamientos comentados como la aplicación de frío, los estiramientos, taloneras y soportes plantares, se puede recurrir a tratamientos de terapia como: ondas de choquemasajesdiatermiainfiltraciones con corticoides e incluso, operación si así lo considera un profesional.

 

 

Si no abordas la fascitis plantar cuando aparece, el dolor puede hacerse crónico. Por ello, ante cualquier molestia, acude a tu farmacia, en ella pueden ayudar a detectarla y recomendarte los productos más apropiados para atajarla, o derivarte a un médico en caso de que sea necesario.

 

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