Cuidado de la piel en el embarazo y la lactancia

Durante el embarazo, tu cuerpo sufre cambios hormonales. Se sufren alteraciones en el sistema endocrino, el metabolismo, los vasos sanguíneos, etc. que pueden, a su vez, provocar cambios bruscos en la textura de tu piel. Estos cambios pueden traducirse en la aparición de estrías, varices, celulitis o cloasma gestacional, entre otros.


Y es que la piel hace un gran trabajo durante todo el embarazo, así como después del parto. En general, la piel del rostro se mantendrá saludable con una buena higiene, hidratación y fotoprotección continua. Pero algunas zonas del cuerpo necesitarán cuidados especiales.



ESTRÍAS, CELULITIS Y CLOASMA EN EL EMBARAZO 


Estrías. Las estrías son lesiones cutáneas lineales causadas por la ruptura de las fibras de colágeno y de elastina cuando la piel se estira.


  Existen varios factores de riesgo en relación a la aparición de las estrías durante el embarazo:


  • IMC (índice masa corporal) al inicio del embarazo en rango de sobrepeso u obesidad.
  • Incremento de peso excesivo durante el embarazo.
  • Edad materna. La posibilidad de aparición es mayor en las mujeres jóvenes.
  • Embarazo gemelar. La exigencia de distención a la piel será mayor.


Para prevenirlas, es fundamental bloquear su desarrollo en la primera fase. Además, conocer la causa de su aparición es muy importante para prevenirlas.


Para evitarlas durante el embarazo, aplica una crema con aceite de centella asiática, de jojoba, borraja, vitamina E y/o rosa mosqueta dos veces al día por los lados de la boca, los senos, las caderas y los muslos. Y, recuerda, que la constancia en la aplicación de los productos diariamente es fundamental.



Celulitis. La celulitis es una alteración del tejido conjuntivo por la acumulación de grasa sobre todo en glúteos, caderas y piernas.


Para reducir su impacto puedes seguir unos buenos hábitos:


  • Mantente hidratada. Ingiere el agua que tu organismo necesita para favorecer que la circulación fluya y no retengas líquidos.
  • Date masajes drenantes. Con aceites esenciales o manteca de karité, expande el producto en la zona deseada, haciendo una ligera presión en forma de círculo para estimular la circulación.
  • Realiza ejercicio físico. Siempre adaptado a tu situación actual y las capacidades físicas, practica deporte para favorecer la circulación de la sangre.
  • Sigue una dieta equilibrada, incluyendo frutas, verduras, vegetales de hoja verde, proteínas y grasas de pescado y carne.
  • Aplica productos específicos. Alimenta tu piel con cremas hidratantes y reafirmantes durante el embarazo, además de productos específicos, siempre siguiendo el consejo de tu farmacéutico. Descubre más en nuestro articulo ¿Cómo eliminar la celulitis? 


Piel y embarazo


Cloasma gestacional. El cloasma gestacional son manchas oscuras que aparecen en la cara debido al aumento de melanina producido por las variaciones hormonales.


Para prevenir estas manchas es imprescindible evitar el impacto directo de los rayos solares. Por lo que la fotoprotección con una crema de pantalla total se vuelve un must, también en invierno. No te olvides de usar también protección solar en las manos y en las zonas de piel expuestas en los meses de calor.



SEQUEDAD Y GRIETAS DURANTE LA LACTANCIA 


Durante la lactancia, tu piel puede mostrar sequedad y descamación, especialmente en la zona de los senos.


Para reducirla, mantén un buen nivel de hidratación mediante una aplicación constante de cremas específicas y aplícalas en todo el pecho y el pezón. Además, utiliza jabones neutros que no resequen la piel.



Mantén estos buenos hábitos y recuerda seguir el consejo de tu farmacéutico para mantener el cuidado específico que tu piel necesita, también en el embarazo. 


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