¿Son las redes sociales una fuente de información fiable?

En este post queremos tratar un tema muy interesante y relevante tanto para pacientes como para farmacéuticos y profesionales de salud: cómo se asesoran las personas que necesitan resolver sus dudas médicas cuando se trata de un problema de salud.

Lo cierto es que gracias al acceso a la información que ofrece internet hoy en día, cada vez está más normalizado buscar asesoramiento online, ya sea en blogs, páginas webs o incluso en redes sociales como Instagram y Youtube.

La encuesta del INE sobre Equipamiento y Uso de TIC en los Hogares informa que el 73% de las mujeres utiliza internet para consultar información sobre salud, pero no solo eso, porque según los datos de la consulta realizada por Lenstore, el 88% de los usuarios han buscado en Google sus síntomas antes de consultar a un médico o profesional sanitario. Ante estos datos, nosotros nos  hacemos esta pregunta: ¿Es realmente bueno dejarse llevar por los consejos médicos que podemos encontrar en internet?

Internet, la principal fuente para informarse

En primer lugar, desde un punto de vista profesional, es importante conocer y entender las posibles razones por las cuales un paciente acude antes a su ordenador o teléfono para encontrar soluciones a sus dudas médicas antes que acudir a un especialista:

  1. El trabajo, la familia, los desplazamientos, compromisos sociales… cada vez estamos más ocupados y el acceso a la atención médica puede ser más difícil, sin tener en cuenta las largas esperas para conseguir cita con un especialista médico.
  1. Los pacientes pueden sentir que su relación con el especialista es muy «clínica» y puede existir la sensación de falta de empatía por parte del médico. El paciente prefiere acudir a las redes sociales con la necesidad satisfacer las necesidades emocionales que produce el hecho de sufrir una molestia, dolor o enfermedad concreta.
  1. Las redes sociales no solo ofrecen apoyo, sino que también ofrecen compartir «experiencias vividas» junto a una gran red de «pacientes» con los que pueden conectar siempre que lo necesiten, algo que tal vez no pueden bridar los profesionales en sus consultas médicas tradicionales.

¿Entonces es bueno acudir a las redes sociales siempre que tengamos un problema de salud? Como paciente (que todos los hemos sido en algún momento), podemos pensar «sí, esto es lo que me dan las redes sociales», pero siempre es importante saber mantener un equilibrio y conocer también los aspectos negativos.

No todo van a ser pros…

No hay que olvidar que las redes sociales pueden refugiar a todo tipo de personajes, como los autoproclamados «expertos» con contenido plagado de información de mala calidad. En estos canales la desinformación abunda, ya que sus fuentes no siempre son de un nivel alto o creíble, a diferencia de un profesional farmacéutico. Un consejo inadecuado o engañoso puede llevar a subestimar la gravedad de un problema de salud y retrasar el tratamiento, algo que podría ser extremadamente peligroso. Pero existe un truco infalible para detectar a este tipo de perfiles: lo único que tratan es venderte libros, dietas, cremas faciales. Lo que sea y como sea.

Por esta razón, puede ser difícil saber en quién confiar y asumir que alguien está bien informado simplemente porque tengan una cuenta de Instagram y un blog de consejos.

Pero aquí es dónde farmacéuticos y resto de profesionales médicos pueden aprovechar esta oportunidad que ofrecen de las redes sociales. Los usuarios agradecen el acceso a una fuente de información fiable y que además puedan contrastar con aquellas que no lo son.

¿Cuál sería nuestro papel en las redes sociales?

Para profesionales y asesores médicos, las redes sociales pueden permitirnos:

  1. Ofrecer tu experiencia a través de mensajes y consejos positivos.
  2. Llegar a un público más amplio de lo que es posible de manera física en tu farmacia.
  3. Impulsar debates.
  4. Desmontar falsos mitos.
  5. Conectar con otros profesionales de la salud.

Hay que tener en cuenta que las redes sociales no desaparecerán pronto y, por ahora, los aspectos positivos que pueden ofrecernos, superan con creces los negativos. Puede convertirse en una herramienta muy eficiente cuando se trata de ofrecer consejo profesional de una manera responsable.

Teniendo en cuenta que los españoles califican con una puntuación de 8,3 la atención recibida por parte de su farmacéutico y que las farmacias han sido el principal centro sanitario de información durante la crisis del Covid-19, las redes sociales pueden convertirse en el trampolín para empoderar a un sector que puede y tiene la capacidad de mejorar el tipo de información que encontramos en las redes sociales.

Y ya existen ejemplos: las nuevas influencers -o referencers- en cuanto a belleza, cosmética y salud son farmacéuticas. Boticaria García, Marta Masi o Gema Herrerías suman cientos de miles de seguidores en sus canales de Instagram y rara vez no aparecen en las principales revistas y blogs de belleza y salud de nuestro país.

 

Y ahora te toca a ti: ¿Crees que las redes sociales son una fuente de información fiable? ¿Has detectado diferentes puntos de vista contradictorios en diferentes cuentas y acabas más confundido/a? Nos interesa escuchar tus experiencias, ya sean del lado profesional o del lado del paciente, porque nos ayudan a comprender mejor cómo os informáis y, desde Farmacéuticos Formuladores, cómo os podemos aportar valor. 

Scroll al inicio