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Estos días mucha gente está trabajando desde sus casas con dispositivos electrónicos como ordenadores, tabletas o móviles. No es una novedad, pero si a este estilo de trabajo le sumamos una disminución drástica de movimientos por el confinamiento, el teletrabajo puede convertirse en un factor de riesgo para múltiples patologías y lesiones.

Durante estos días en casa tus visitas a la nevera pueden verse incrementadas y no siempre para buscar los alimentos que más te convienen y tampoco siempre motivadas realmente por hambre. Y es que la situación de estrés y las emociones que se derivan por el confinamiento y el coronavirus pueden incitar a comer en más de una ocasión, es lo que llamamos hambre emocional.

Cambiar de hábitos y empezar una nueva rutina nunca es fácil, pero si tu propósito es llevar a partir de ahora un estilo de vida más saludable, solo tienes que empezar.

Durante la temporada estival es necesario mantener una hidratación adecuada para soportar las altas temperaturas. Por ello, en verano y siempre, no te olvides de beber mucha agua. Ten en cuenta que cuando sientes sed ya has perdido un 1% del peso corporal en agua, por lo que se constante y no esperes a esta sensación para beber.

La práctica del deporte, siempre adaptado a tus capacidades y circunstancias, te ayuda a llevar un estilo de vida no sedentario y saludable. En verano, es probable que te apetezca practicarlo al aire libre, aprovechando las horas de luz y temperaturas más cálidas. Y, de hecho, el ambiente vacacional no debe ser una excusa para que interrumpas tu rutina deportiva habitual.

Practicar deporte moderado y adaptado a las capacidades de cada uno es fundamental para una vida saludable. Para hacerlo con el máximo rendimiento, además de asegurar que cada uno realiza el deporte que más se ajusta a sus necesidades y características, es importante elegir bien la ropa con la que se realizará.